Ya tiene cinco años de funcionamiento y está ubicado en el sector Las Casas Bajo, en las calles Ruiz de Castilla y Selva Alegre (norte de Quito). Se llama Chulpi Urbano y es un restaurante donde los estudiantes de Facultad de Ciencias Gastronómicas y Turismo de la UTE hacen sus pasantías.

Carlos Santos es el chef propietario del lugar y se siente orgulloso de su emprendimiento. Allí se ofrece una cocina ecuatoriana contemporánea desde una visión creativa, y tiene un ambiente acoger por los murales del Diablo Huma, la mujer con un pondo de chicha y el mar con los pescadores que adornan las áreas del negocio.

La posibilidad de que en Chulpi Urbano se afiancen los conocimientos adquiridos en el aula se concretó por la calidad que el negocio entraña, pero además porque el dueño es un profesional que salió de las aulas de la UTE y, como él mismo dice, “el cariño y agradecimiento a mi Alma Mater son indelebles”.

Así que, agrega, “quiero que los estudiantes de mi Universidad sigan con un gran nivel y por eso los llamo para que hagan sus pasantías aquí”. Siempre con una educación continua e integral; es decir, comenta Carlos, “los jóvenes pasen por sala, cocina, barra, y claro, aprenden un poquito más de la vida de restaurante”.

Desde los primeros años de carrera, recuerda Daniela Espinoza, directora de la Carrera de Gastronomía, Carlos sacó lustre a su capacidad y habilidad de tener propuestas creativas. Y siempre estuvo pendiente de la práctica, además de codearse con los mejores chefs, quienes fueron sus mentores, a parte de sus recordados docentes.

Toda la experiencia ganada por Carlos, pese a su juventud, permitió que sea el espejo donde los estudiantes de Gastronomía se miren y sigan sus pasos, agrega Marcos Valdés, decano de la Facultad.

Cinco años atrás, el actual Chulpi Urbano nació como Chulpi Piqueos Urbanos, porque Carlos quería hacer un restaurante de tapas; sin embargo, para dar más identidad no quiso llamarlo tapas y le puso piqueos, pues su base siempre fue la cocina callejera y urbana.

Al poco tiempo, el negocio evolucionó y se convirtió en un restaurante de sabores ecuatorianos que mezcla la tradición de la cocina con productos no convencionales y quedó como Chulpi Urbano, porque a pesar del cambio se quedó con su esencia y creatividad, admite Carlos.

Y allí, en este restaurante donde se resalta el producto nacional y local en todas sus fases, hacen las prácticas los estudiantes de Gastronomía de la UTE; esa enseñanza es integral, pues los futuros chefs conocen el servicio en vivo y en directo, y su día a día incluye el estrés que endosan los fogones.