La idea es mejorar las condiciones de habitabilidad de los vecinos del barrio Miranda Mirador Sur, ubicado en la parroquia Amaguaña (oriente de Quito). Y para ello, los estudiantes de sexto semestre de la Facultad de Ciencias, Ingeniería y Construcción continúan trabajando con ilusión en la zona. 

Este proyecto forma parte del proyecto de Vinculación con la Sociedad, el cual está orientado a generar un sistema integrador entre la universidad y su entorno, que apoye la investigación, la gestión académica y la docencia, a través de la ejecución de programas multidisciplinarios.

El acercamiento con los habitantes del sector comenzó en marzo de 2022, cuando se logró contactar con la dirigencia e identificar sus necesidades más urgentes. De aquello da cuenta Betsabé Escobar, docente y encargada de Vinculación con la Sociedad de la Facultad de Ciencias, Ingeniería y Construcción.

Según algunos estudios, Miranda Mirador Sur está asentado sobre antiguos residuos del volcán Pasochoa, pero con el tiempo aquella cangahua se erosionó y la zona se hizo susceptible a fenómenos de remoción en masa. Además, el barrio está en proceso de regularización.

Por todas esas características, se decidió generar conciencia de la importancia de la construcción formal, pues ante la informalidad hay muchos peligros asociados. Ese trabajo es urgente más cuando, recuerda Escobar, buena parte de la zona (al igual que otros puntos del cantón Quito) tiene riesgos sísmicos.

Con el acompañamiento y guía de sus docentes, los estudiantes desarrollaron el proyecto en cuatro etapas. La primera comenzó con una charla de conciencia sobre los peligros de la construcción informal para los habitantes del barrio y las alternativas constructivas seguras.

En cuanto a la temática de riesgos, se realizó un diagnóstico de la zona, que en la tercera etapa será la base para el planteamiento del plan de mitigación de riesgos del barrio. Además, se identificó la condición legal de los terrenos frente a las ordenanzas municipales.

Mientras tanto, en la segunda etapa del proyecto se entregaron dos prototipos de vivienda con la metodología constructiva de paredes portantes como ejemplos de edificaciones seguras.

Con todo este trabajo, dice Escobar, “creamos consciencia de la realidad nacional y de toda la labor que se necesita hacer con gente que tiene necesidades y nosotros, como Academia, podamos dar soluciones a problemas básicos”.

Hay más, con este contacto con la sociedad los jóvenes se involucran directamente con la realidad y “les ayuda a visualizar la línea de la carrera que pueden desarrollar en un futuro cercano”, pues hay varios enfoques dentro de la profesión, desde residuos sólidos hasta estructura, diseño de infraestructura comunitaria, agua, etc.

También, agrega Escobar, “se pone en juego las habilidades de reflexión de los estudiantes mientras están haciendo la vinculación con la sociedad y buscan solución a los problemas a través de su capacidad de análisis e ingenio”.

En el 2023 se desarrollará la tercera y cuarta etapas, la temática que se abordará será el desarrollo urbano dando un enfoque a la subdivisión de macro lotes, a la gestión de residuos sólidos, y al diseño de equipamiento comunitario y turístico.