Nuestro docente de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo, René Idrovo, destacado crítico de cine nos trasladará al fascinante mundo del séptimo arte, a través de la presentación periódica de artículos sobre películas en tendencia y que merecen un análisis o reseña de su contenido y producción.

Esta semana conozcamos la reseña sobre la película “Los Wánabis”.
El cine ecuatoriano ha experimentado un considerable crecimiento en los últimos años. A raíz de la icónica Ratas, Ratones, Rateros (1999) de Sebastián Cordero, la industria nacional se ha caracterizado por estrenar al menos una película anualmente. Este año, una de las cintas que destaca es Los Wánabis (2023) del director Santiago Paladines.

La trama, basada en hechos reales, sigue a un grupo de amigos que, en un intento por enriquecerse rápidamente, invierte todo lo que tiene en un negocio peculiar que parece demasiado bueno para ser verdad. Años atrás, adquirieron un maletín lleno de billetes tinturados de negro de un africano llamado Matala, con la promesa de convertirlos en billetes reales. Sin embargo, esta persona desapareció con su dinero. Luego, por casualidad, se les presenta una nueva oportunidad para convertir los billetes negros en dinero real. Los amigos, junto con otros “inversionistas”, se lanzan de lleno a este negocio. La ambición de volverse ricos de la noche a la mañana los lleva a tomar riesgos extremos y a enfrentar cambios drásticos en sus vidas.

Con una premisa que podría compararse con la de Pescador (Cordero, 2012) o A tus espaldas (Jara, 2011), Los Wánabis se ancla en lo anecdótico del acontecer nacional para ofrecernos una propuesta que en medio de sarcasmos deja entrever una de las problemáticas que se ramifican a partir de ese mal común llamado viveza criolla. Ganar dinero fácil y hacerse rico sin ningún esfuerzo es el ideal del individuo que se adhiere al mecanismo de corrupción. Si en el juego se une un grupo de jóvenes inexpertos y un empresario quebrado, ¿qué podría salir mal?

Como dato adicional, el papel de Juan Pedro fue interpretado por Gabriel Haedo, graduado de la maestría en Urbanismo de la Universidad UTE. La película está disponible en las principales cadenas de cine ecuatorianas. Déjanos tus comentarios si ya la viste. 

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