Tiene raíces cubanas, así que cuando le preguntan dónde y cómo nació su pasión por la gastronomía, Marcos Valdés, actual decano de la Facultad de Ciencias Gastronómicas y Turismo, responde con una gran sonrisa: “en La Habana y en los fogones de mi abuela”. 

Resulta que la matriarca del clan, Donatila Infantes, tenía una sazón indiscutible, amasada en las cocinas de una casa de gente adinerada donde trabaja desde muy joven; más tarde, laboró en grandes cocinas de la Isla.

Esa habilidad la heredó a uno de sus seis nietos, justo al pequeño, Marcos Valdés, quien demostró su deseo inclaudicable de aprender todos los secretos de la buena cocina. Con el tiempo, esa entrega le permitió convertirse en un profesional altamente capacitado en gastronomía, educación y gestión turística.

Cuando llegó el tiempo de la universidad, apostó por la carrera de Electroenergética, tal cual era el deseo de sus padres. Aun así, jamás abandonó su sueño de ser chefs y cuando explotó la industria turística en Cuba, entre 1998 y 1999, se matriculó en la escuela de hotelería y turismo, Hotel Sevilla, en donde obtuvo una licenciatura como especialista gastronómico y chef instructor profesional, además una especialización como chef de partida.  

De ahí en más, por su profesionalismo y liderazgo, creció en varias áreas. En el Hotel Sevilla se quedó como instructor, después salió a Colombia para trabajar en varias cocinas de vanguardia. De regreso en Cuba, laboró en firmas de renombre: Cubanacam, Oficina del Historiador de La Habana.

Su afán de especializarse le llevó a seguir estudiando, así logró una licenciatura y maestría en Educación, un diplomado en Investigación Educativa, un máster universitario en Innovación en la Gestión Turística y un diplomado en Gestión de la Inocuidad de Alimentos. Luego llegó el doctorado en Administración, el cual lo obtuvo en la Universidad Nacional de Rosario, Argentina.

Alrededor del año 2000, abandonó Cuba y junto con su esposa (Sahily Fraga Herrera) y sus dos hijos (en aquel entonces, la chica de 9 años y el chico de año y medio) echó raíces en el Ecuador. 

Tras desempacar, Marcos Valdés se dedicó a la educación superior en diversas universidades del Ecuador, donde ha sido instructor profesional, profesor principal, director de carrera y actualmente decano de la Facultad de Ciencias Gastronómicas y Turismo de la Universidad UTE.

Su hoja profesional le avala: 35 años de trayectoria, de los cuales 14 trabajó en hoteles de 4 y 5 estrellas, desempeñando diversos cargos culinarios y directivos; y 21 años dedicado a la educación superior. También es autor de más de 15 artículos en revistas indexadas, incluyendo artículos de alto impacto.

A pesar de estar feliz en el Ecuador (incluso se nacionalizó), extraña el terruño y para no quedarse con esa nostalgia, en su hogar se escucha música cubana y se preparan los platos emblemas de la Isla: ajiaco, casabe, tostones, cerdo asado, congrí.

Marcos Valdés es muy familiar y dice que hace tiempo descubrió que no hay minutos que se pierdan junto con los seres queridos, por eso trata de estar con ellos, siempre optimizando el tiempo que ahora le es escaso. 

A sus 57 años, tiene otra certeza: colaborar con compromiso y trabajar en equipo para obtener resultados positivos para su Facultad, siempre guiado por la ética. Todo porque está consciente que hay que crecer en conjunto, jamás en solitario. De eso se trata de la vida.