El rostro de Mamá Dulu destacaba en un cuadro, el cual estaba sobre un caballete y a un costado del escenario del Teatro Universitario de la UTE. Justo en este sitio patrimonial nuestra casa de estudios realizó este viernes, 10 de marzo de 2023, la entrega de la Mención Honorífica ‘Dolores Cacuango 2023’, en el marco del Día Internacional de la Mujer. Hubo 20 homenajeadas.

Unos minutos antes del evento, algunos invitados a la ceremonia se detuvieron a mirar aquella litografía de la valiente lideresa que, a lo largo de su vida, exigió respeto a los indígenas y a las mujeres; aquellos rasgos son una copia del mural de Oswaldo Guayasamín y que se exhibe en la Asamblea Nacional.

Tras el saludo a las autoridades, mujeres que serían reconocidas e invitados especiales, arrancó el evento no sin antes puntualizar que la promoción de la igualdad de género en el sistema de educación superior y en la sociedad se ha convertido en una prioridad para la UTE, de allí que este reconocimiento forma parte de toda una serie de políticas que llevamos adelante para la erradicación de todas las formas de violencia contra la mujer.

Esta mención honorífica nació en el 2018 para honrar el esfuerzo de mujeres en favor del país, la sociedad y nuestra Universidad; aunque solo a partir de 2020 acuñó el nombre de Dolores Cacuango, en honor de una de las principales lideresas del movimiento indígena y del feminismo ecuatoriano de la segunda mitad del siglo XX.

Luego vinieron las palabras de Rina Pazos, presidenta de la Comisión de Selección de la Mención Honorífica 2023 y decana de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales. Ella destacó que “si hoy nos pudieran escuchar y mirar Dolores Cacuango, Gabriela Mistral, Alfonsina Storni o Juana Azurduy, constatarían que su lucha no ha sido en vano, y sabrían que gracias a sus esfuerzos cada día nos acercamos a sus utopías”.

Pero, agregó, falta mucho por hacer, pues la violencia contra la mujer se mantiene, al igual que la brecha salarial, la desigualdad en los cuidados, la interconexión entre varias formas de opresión.
Todos estos son problemas urgentes que debemos atender y nuestra Universidad reafirma su compromiso por aportar en los cambios necesarios para que las mujeres vivan sin miedo y puedan desarrollarse con libertad y en igualdad de oportunidades en todas las esferas de la sociedad.

Enseguida se proyectó un video sobre Mamá Dulu, la rebelde lideresa indígena que luchó por la educación y la tierra, que reivindicó en pleno siglo XX la identidad y los derechos de la población indígena, reclamó la enseñanza del quechua y fundó las primeras escuelas bilingües en Ecuador. Todos los presentes al Teatro Universitario también escucharon aquella frase emblema de Dolores Cacuango y que quedó en la conciencia: “Somos como paja de páramo, que se la arranca y vuelve a crecer (…) y de paja de páramo sembraremos al mundo”.

Fue el momento para hacer los reconocimientos. Lourdes Armendáriz, regente de la UTE, entregó las primeras menciones honoríficas a las mujeres destacadas de nuestra institución: Catherine Estrella y Nicole Vincés, mejores graduadas en nivel grado de las sedes Quito y Santo Domingo, respectivamente; además a Amparo Villacís, mejor graduada en posgrado; y Paula Mantilla, mejor deportista Sede Santo Domingo.

El segundo bloque de reconocimientos estuvo a cargo de Rina Pazos. Y la primera en recibir su diploma fue Valeska Proaño, mejor deportista Sede Santo Domingo; Lorena Moreno, mejor desempeño y trayectoria administrativa; Emmanuelle Quentin, científica del año; y Olga Pérez, mejor docente Sede Santo Domingo.

Hubo una pausa musical a cargo de Ñusta Picuasi, quien interpretó el tema ‘Hasta la raíz’: “Sigo cruzando ríos. Andando selvas, amando el sol. Cada día sigo sacando espinas. De lo profundo del corazón. En la noche sigo encendiendo sueños. Para limpiar. Con el humo sagrado, cada recuerdo”. En ese momento, todo el auditorio sacó sus teléfonos y grabó el momento.

En seguida, llegó el momento de reconocer a las mujeres destacadas a escala nacional e internacional. Para ello, nuevamente la Regente de la UTE se encargó de entregar el diploma a Ñusta Picuasi, en la categoría Cultura; Johanna Cañizares, en Periodismo y Comunicación; y Carla Barbotó, en el Sector Empresarial.

Y Rina Pazos hizo lo propio con: Verónica Yuquilema, en la categoría Defensa de los Derechos Humanos; y Diana Coloma, en la sección Ámbito Provincial en Santo Domingo.

Mientras tanto, el último grupo de nominadas fueron reconocidas por Verónica Guerra, vicerrectora de la Universidad UTE: María Augusta Hermida, en la categoría Sistema de Educación Superior; Daniela Salazar, en Ámbito Público; Irma Bautista, en Movimientos Sociales; Lilia Rodríguez, en Erradicación de la Violencia Contra las Mujeres; y Mirian Liduvina, en Integración Internacional.

Para el grupo de mujeres que está fuera del país, se presentaron tres videos con sus palabras.
Primero fue Ana Elena Badilla, en categoría Igualdad de Género; ella es representante de ONU Mujeres en Ecuador y expresó su gratitud por el reconocimiento y auguró que las mujeres se inspiren y apuesten por “ser paja de páramo que, tras ser cortada, vuelve a crecer”.

La siguiente nominada fue Emma Sabzalieva, en la categoría Integración Internacional. Por encontrarse en Canadá, esta analista política en la UNESCO, también envío un video, en el cual dejó sentado su agradecimiento por la mención honorífica y destacó la importancia de seguir luchando por la igualdad en el ámbito de la educación superior.

Finalmente, Karina Batthyány recibió su diploma en la categoría Ámbito Internacional. Y en su grabación, la directora ejecutiva de CLACSO añadió que este tipo de reconocimientos ayudan a visibilizar a todas las mujeres y le honra recibir el premio en un mes dedicado a la mujer.

Para cerrar la ceremonia, nuestra Vicerrectora tomo la palabra y señaló que “los estudios que investigan el impacto de la diversidad de género en las empresas mencionan que las firmas que tienen más mujeres en puestos de mando son más rentables, mostrando que las compañías que tienen al menos un 30% de presencia femenina en altos puestos ejecutivos tienen un 15% más de beneficios que aquellas que no las tienen”.

Otro dato revelador: en el país -según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD)- apenas el 23% de las empresas tienen mujeres al mando.

Luego de compartir un cóctel, en el Patio de la Cultura, cada una de las mujeres que fueron reconocidas y aplaudidas regresaron al Teatro para recoger su litografía y se marcharon con el rostro de Mamá Dulu y una promesa: ese cuadro estará en un lugar estelar en sus casas y en sus corazones para seguir luchando por una sociedad más equitativa.

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