En el marco del mes del Orgullo LGBTIQ+, el Observatorio de Género de la UTE organizó un espacio interactivo de debate denominado ´En la UTE construimos un mundo de inclusión´, para abordar los problemas que enfrenta la población de la diversidad sexo genérica para la promoción, difusión y ejercicio de sus derechos en el ámbito educativo.
La mañana de este jueves, 22 de junio de 2023, durante dos horas se realizó un encuentro con tres momentos. En el primero se contó el empeño de nuestra casa de estudios para superar el estigma y la discriminación de los LGBTIQ+. Luego vino un debate y finalmente una foto grupal con todos los participantes junto a una bandera con los colores de estos colectivos
El Día Internacional del Orgullo LGBTIQ+ se celebra mundialmente cada 28 de junio, en conmemoración de los disturbios de Stonewall de 1969, para reafirmar el sentimiento de orgullo sobre las orientaciones sexuales e identidades de género, y para visibilizar su presencia en la sociedad.
Pero más allá de la celebración, también tiene que ver con el objetivo de garantizar la no discriminación y la igualdad material de las personas de la diversidad de sexo genérica, apuntó Sybel Martínez, directora del Observatorio de Género de la UTE.
Durante la primera parte, nuestro rector, Ricardo Hidalgo Ottolenghi, habló sobre la necesidad de mantener el activismo, la educación y las políticas públicas para contribuir con el pleno cumplimiento de los derechos humanos de los LGBTIQ+.
Empezó diciendo que “a pasar de que ya llevamos dos décadas del siglo XXI, aún hay muchas personas que se preguntan qué significan las siglas LGBTIQ+, y es esperable que sea así porque muchos hemos sido educados bajo un sistema heteronormativo colonial que únicamente da cabida a lo binario (hombre y mujer)”.
El resto de identidades (lesbianas, gays, bisexuales, transgénero, intersexuales, queer) eran invisibilizadas, censuradas, excluidas, deshumanizadas, catalogadas como enfermas, violentadas o criminalizadas. Recién en 1997 se despenalizó la homosexualidad en el Ecuador, recordó nuestro Rector.
También apuntó que, pese a que los estigmas y la discriminación no han sido superados, “no podemos estancarnos en los paradigmas obsoletos en torno al género y debemos empáticamente aprender y apoyar la lucha por la igualdad”.
En esa tarea está nuestra casa de estudios, afirmó Hidalgo Ottolenghi, pues mantenemos el compromiso por lograr una verdadera igualdad, por visibilizar la problemática que enfrentar las personas LGBTIQ+ y por educar a los jóvenes con perspectivas que les permitan reconocer, respetar e incluir a las diversidades sexogenéricas en las diversas esferas de la vida.
Cuando Martínez tomó la palabra y abundó en lo mismo: “las instituciones de educación superior tenemos un papel fundamental frente a la inclusión porque al ser espacios de influencia donde se desarrollan procesos de enseñanza, aprendizaje y desarrollo, nuestra misión es acoger y armonizar todas las diversidades personales y sociales, previniendo y erradicando todo factor que dañe la dignidad de cualquiera de sus integrantes”.
Por eso, agregó, “estamos aquí, buscando fomentar la diversidad y la inclusión en la comunidad universitaria, a través de la primera de muchas actividades que nos permitan reflexionar, sensibilizar y celebrar la diversidad sexual”.
Luego, en la segunda parte del evento, hubo una exposición fotográfica de historias no contadas. En la pantalla se mostraban las tomas que se enfocaban en los problemas que enfrenta la comunidad LGBTIQ+ en el Ecuador, específicamente un fotoreportaje de Paola Paredes, llamada ´Clínicas de deshomosexualización´.
Mientras tanto, en el tercer momento hubo un panel moderado por la Directora del Observatorio de Género de la UTE. Entre los participantes estuvieron Sandra Álvarez, activista; León Sierra, actor y gestor cultural; y Daniel Caicedo, abogado y docente universitario. Ellos abundaron sobre la realidad de la comunidad LGBTIQ y las formas de avanzar.
Y para cerrar el encuentro, todos los participantes se tomaron una foto grupal en los exteriores del Bloque G, que tenía desplegado -en una de sus paredes- una bandera de los colores de LGBTIQ+, porque en la Universidad UTE se construye un mundo inclusivo.
