Daniele Rocchio tiene una manera muy particular y suya de ver la vida que, a quien lo escucha, le lleva a pensar en las utopías. El actual Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UTE está convencido de que el mundo es de todos y todas, que no existen fronteras en cuanto el ser humano es un ciudadano universal. 

Esas ideas salieron a flote cuando ofreció una respuesta a ese refrán que dice: “Nadie es profeta en su tierra”. La pregunta se formuló porque este italiano cruzó el océano Atlántico para radicarse, hace más de 10 años, en Ecuador. La tierra donde conoció a su esposa Carolina y nacieron sus dos bebés: Federico y Niccolò. 

Él es así, apasionado por su familia y cultor del ahora. No en vano lleva en su anillo de matrimonio grabada la frase de una canción de Gustavo Cerati: “Siempre es hoy”. Porque, menciona, “debemos vivir proyectándonos al futuro, pero con los pies y el corazón en el presente”.

Su profesión ya estaba cantada desde antes que llegara a Vallelunga, aquel pueblo italiano de menos de 300 personas y a donde su familia fue a vivir ni bien el pequeño Daniele Rocchio cumplió los tres años. Él nació en Aprilia, una localidad cercana a Roma.

Muy pronto comenzó a salir a otras ciudades italianas para trabajar en el área de la construcción, el oficio de su padre: “al principio yo me formé como un obrero especializado en yeso”, recuerda.  Y a los 18 años, abrió su primera empresa de construcción. 

Daniele Rocchio tiene un abultado currículo profesional que empezó desde antes de graduarse como arquitecto, en la prestigiosa Universidad de Roma Sapienza. Luego ganó el Erasmus, un programa fundado en 1987 por la Comisión Europea, se fue a Portugal y aprendió con arquitectos de gran sensibilidad espacial, como los hermanos Aires Mateus.

Aquella experiencia que abrazó en Portugal fue definitoria para saber cuál es la esencia de su carrera. Es decir, “mejorar el contexto desde la síntesis espacial, el espacio debe ser pensado para la gente y no desde el sentimiento de vanidad del arquitecto”. Habla cuatro idiomas:  italiano, español, portugués e inglés.

Cuando conoció Ecuador, se enamoró de su paisaje. Al llegar realizó algunas asesorías en sostenibilidad en el Oriente. Y lo hizo con solvencia, pues también tiene una maestría en Eficiencia Energética y Fuentes Renovables, en la Sapienza de Roma. Ahora es candidato a doctor por la Universidad de Valencia (España).

Luego vino la docencia, primero en la Universidad Central del Ecuador y en la Academia Pantheon de Roma; después, en el 2014, se involucró con la Universidad UTE y creó el Workshop Internacional de Arquitectura WinAReQ, donde participan los más destacados arquitectos a escala mundial, quienes durante una semana trabajan junto con los estudiantes de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo.

En su juventud y hasta ahora, la música ha sido su sostén. Tenía un grupo de música junto con buenos amigos de la universidad y se llamaba Linealba. Daniele Rocchio cantaba, tocaba la guitarra acústica y componía. Con modestia reconoce que era solo un hobby, sin pretensiones; y que ahora canta y toca la guitarra para sus entrañables hijos. 

Si hablamos de la cocina, él es dueño de ese espacio dentro de su casa y los platos que prepara son, en su mayoría, italianos. A sus casi 40 años, está convencido que cada momento hay que acurrucarlo como si fuera su mejor querencia.