“Fue la experiencia más hermosa y extraordinaria de mi vida”. Es la primera frase que pronuncia Mateo Echanique, estudiante de octavo semestre de la Facultad de Ciencias Gastronómicas y Turismo de la UTE, cuando le preguntan sobre el programa internacional de intercambio estudiantil que realizó en Barcelona (España).

Fueron algo más de seis meses de intenso aprendizaje en el CETT, un centro universitario de referencia de Turismo, Hotelería y Gastronomía, adscrito a la Universidad de Barcelona; el periodo académico fue entre el 21 de enero y el 6 de agosto de 2022.

Durante ese tiempo, Mateo aprendió un sin número de habilidades culinarias, sobre todo a combinar los sabores de los países de sus compañeros (Portugal, México, Alemania, Francia, Perú, Colombia, República Dominicana, Francia, España), también aprendió los secretos de los fogones con chefs de Estrella Michelin.

Aquel intercambio, cuenta Marcos Valdés, decano de la Facultad, fue posible gracias al convenio internacional que la UTE tiene con la Universidad de Barcelona; antes de concretar este programa, 20 docentes de nuestra Universidad hicieron una maestría en el CETT para transmitir ese conocimiento a sus pares.

Pero, ¿cuáles son los requisitos para acceder al programa? Que el estudiante UTE tenga, al menos, la mitad de la carrera cursada; además, contar con un promedio de 8/10. Todo ello porque para trabajar en un restaurante no basta con tener interés y talento, sino una buena formación académica. 

Hay otro requisito: costear su viaje y permanencia en Barcelona. Pero hasta esta última condición valió la pena, asegura Bertha Burbano De Lara, madre de Mateo; quien se siente orgullosa por toda la experiencia que ganó su hijo.

Es que aquel aprendizaje fue por doble vía. En el ámbito estudiantil aprendió con los más exitosos y “como madre lo mejor que se puede dejar a los hijos es una buena educación y que mi Mateo se haya relacionado con chicos de otras culturas, probar nuevos sabores, mirar otros paisajes, eso le enriqueció mucho”, apunta.

Por el lado personal, agrega, este intercambio internacional “le permitió valorar lo que es el calor de hogar, porque una cosa es cuando están con mamá -pues tienen todo listo (cama tendida, ropa limpia, comida caliente)- y otra cuando tienen que desenvolverse por ellos mismos”.

Tras ese aprendizaje, Mateo únicamente hizo el último semestre de la carrera en la UTE y homologó las asignaturas de sexto y séptimo niveles. También validó las prácticas, las cuales realizó en el restaurante con dos Estrellas en la Guía Michelin: ‘Disfrutar Barcelona’.

La ventaja de este convenio internacional, admite el decano Valdés, es que el CETT de Barcelona tiene prácticas con los mejores restaurantes que tienen Estrellas Michelin. Entonces, aparte de estudiar, nuestros estudiantes UTE también tienen la oportunidad de hacer pasantía en esos lugares exitosos.

Mientras Mateo estuvo en Barcelona, su madre admite que estuvo con el corazón dividido, pero fue llevadero porque siempre tuvo el apoyo de sus profesores-chefs de Ecuador, por eso “mi agradecimiento eterno a la UTE, siempre seré Orgullo UTE”.