Menos del 30% de investigadores en el mundo son mujeres. Ese dato fue ponderado a lo largo del discurso que Verónica Guerra, vicerrectora de la Universidad UTE, pronunció en la inauguración del evento ‘Mujeres en la Ciencia UTE: Una Visión Intergeneracional’, que se realizó este martes, 21 de noviembre de 2023, en el Campus Occidental.
A pesar de los estereotipos y los prejuicios arraigados, agregó Guerra, “las mujeres científicas han dejado una huella indeleble en todas las ramas del saber científico: desde los avances en la medicina hasta la exploración del espacio, desde la comprensión de la genética hasta la preservación del medio ambiente”.
El objetivo del evento -organizado por la Dirección de Investigación, Observatorio de Género, Laboratorio de Estudios Sociales Multidisciplinarios y los centros de investigación Biomédica, Genética-Genómica y de Alimentos– fue el de destacar los logros de las mujeres en el ámbito científico y promover la participación de nuevas generaciones en actividades de investigación, especialmente en campos STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) y en las Ciencias Sociales.
Nuevas generaciones
A las 09:00 comenzó el panel intergeneracional, con la participación de una niña y una adolescente científicas, además de dos mujeres científicas consagradas en sus respectivos espacios. La moderadora, Ana Karina Zambrano, directora del Centro de Investigación Genética y Genómica, dio la bienvenida a las ponentes, que tuvieron 10 minutos para contar su experiencia dentro de la ciencia.
La primera en hacerlo fue Paola Vivanco, de 11 años y estudiante del Colegio Ludoteca. La pequeña dijo que le encanta hacer muchos experimentos y que su inspiración es Marie Curie, pionera en el campo de la radiactividad y la primera persona en recibir dos premios Nobel en distintas especialidades científicas: Física y Química.
También contó que a sus ocho años comenzó sus primeras investigaciones, destacándose en algunos concursos en representación del país. En 2022, publicó un artículo científico en la Revista Iberoamericana de Divulgación y Cultura Científica ORAMA 5ta edición, y un capítulo en el libro ‘Cinema e Interdisciplinaridades’.
Valentina Llivisaca, de 15 años y estudiante del Colegio Letort, fue la segunda panelista en tomar la palabra. Y aclaró que su afición por la ciencia y tecnología nació a los siete años y por influencia de su madre, quien se dedica a la matemática pura.
Al poco tiempo comenzó a investigar sobre el impacto de las cigarras y la avispa milimétrica en los árboles de eucalipto; actualmente está concentrada en la física de ondas y de materia oscura.
Las científicas pioneras
Linda Guamán, directora del Centro de Investigación Biomédica (Cembio), contó que para esta ponencia hizo un ejercicio con la ayuda del ChatGPT, una aplicación de chatbot de inteligencia artificial, y preguntó: ¿cuáles son los científicos más reconocidos del Ecuador?
La respuesta fue toda una lista de nombres de hombres y solo dos mujeres. La segunda pregunta fue más directa: ¿por qué incluiste solo a dos mujeres científicas? La respuesta: no respondió al por qué y más bien anotó tres nombres de mujeres científicas. Una tercera pregunta: ¿por qué no incluiste inicialmente en tú lista esos nombres de mujeres? Respuesta: una disculpa de la inteligencia artificial.
En todo caso, agregó Guamán, “si bien el camino de las mujeres científicas ha tenido enormes desafíos también han tenido la suerte de encontrarse con autoridades que, conscientes de la distribución inequitativa que existe en género, se ha hecho un esfuerzo por balancear”.
En este sentido la UTE -y como subrayó nuestra Vicerrectora- ha generado marcos normativos que han fomentado la implementación de políticas y actividades para fortalecer la participación de las mujeres en la ciencia.
Antes de las preguntas del auditorio a las panelistas llegó la intervención de otra científica mujer: Susana Herrero, coordinadora de investigación económica en la UDLA. Ella ponderó el trabajo de las científicas; además contó que se dedica a esto porque le encanta viajar y conocer gente.
Posteriormente hubo una visita a los centros de investigación de la UTE. Además, se realizó el lanzamiento del nodo REMCI – UTE, un ente que aglutina y visibiliza el quehacer de las mujeres científicas.
Paola Roldán
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